Todo comenzó en 2009. Con el nombre de Kineticar y bajo la fundación de Sergio Rabinovich, dimos nuestros primeros pasos como una boutique especializada en desarrollo de software. Nuestro mundo eran los algoritmos, las arquitecturas de sistemas y la búsqueda de la solución técnica perfecta. Nos movía una profunda pasión por la ingeniería y por construir aplicaciones robustas que simplemente no fallaran.
Pero en el camino aprendimos una lección fundamental: la funcionalidad más poderosa se pierde si no va de la mano de una experiencia humana. Vimos que nuestros clientes no solo necesitaban que su tecnología funcionara a la perfección, sino que sus usuarios se sintieran cómodos, atraídos y guiados por ella. Ese fue el punto de inflexión donde nuestra pasión técnica se encontró con la necesidad imperiosa del arte y la estrategia.
Así nació Codit. No como un simple cambio de nombre, sino como el símbolo de nuestra nueva y expandida visión. A nuestra base de desarrollo de alta calidad le sumamos dos pilares fundamentales: el diseño UI/UX centrado en las personas y las estrategias digitales enfocadas en el crecimiento. Hoy, esa fusión es nuestro ADN y la promesa que le hacemos a cada socio que confía en nosotros.